All the Lonely People
Martin Edwards

21,50 I.V.A. incluido

Martin no es sólo uno de los mejores escritores de novela policíaca de su generación. Es el heredero de Julian Symons y H.R.F. Keating como principal autoridad en nuestro género, el cual ha fomentado con incansable entusiasmo. Peter Lovesey

Lo que distingue a este libro y a los que le siguen, y lo que los convierte en clásicos en su género, es la maravillosa compasión que subyace en ellos y cómo celebran lo que pueda haber de heroico en medio de la corrupción de la vida ordinaria. Frances Fyfield

 

La primera novela de Martin Edwards, presidente actual del Detection Club y ganador de los premios Edgar y Diamond Dagger. Por primera vez en castellano.

Descripción

Harry Devlin, abogado de Liverpool, sigue enamorado de su mujer, Liz, a pesar de que esta lo dejó por otro hombre hace ya dos años. Cuando Liz se presenta en su piso, evidentemente asustada, Harry está encantado de ofrecerle cobijo. Pero sus esperanzas de reconciliación se desvanecen cuando Liz no se reúne con él al día siguiente en el bar donde habían quedado.

Cuando el cuerpo de Liz aparece apuñalado en un callejón solitario, Harry se convierte en el principal sospechoso.

Decidido a demostrar su inocencia, la búsqueda de la verdad lo lleva a los siniestros bajos fondos de Liverpool, entre calles sombrías y clubes de mala muerte. Para que se haga justicia, deberá enfrentarse a un asesino obsesivo y reconstruir la vida de Liz y sacar a la luz todos sus secretos.

Who Editorial presenta para el público español esta magnífica obra que combina el género negro con el whodunnit tradicional de la novela detectivesca.

Una novela descarnada de personajes solitarios. Una gran novela urbana en la que Liverpool es un personaje más.

 

«La composición de un buen asesinato exige algo más que un par de idiotas que matan o mueren, un cuchillo, una bolsa y un callejón oscuro. El diseño, señores, la disposición del grupo, la luz y la sombra, la poesía, el sentimiento se consideran hoy indispensables en intentos de esta naturaleza. Ya hemos dado lo suficiente a la moralidad: ha llegado la hora del buen gusto y de las Bellas Artes».
Thomas de Quincey